¡Bendito
sea Dios!
Escuelas SJS
Hermanas Siervas de Jesús Sacramentado
Principios Pedagógicos
La Escuela SJS, para identificarse como tal, debe cumplir con los siguientes principios y propósitos que la distinga como la escuela pensada y deseada por su fundador.
Educamos para promover la vocación y la dignidad de la persona, creada a imagen y semejanza de Dios (Gn1, 26) y llamada a la comunión con Él (Gn 19) a fin de que tienda al perfeccionamiento de las capacidades de su ser y viva como hijo de Dios y ciudadano de la Patria.
Educamos para vivir y proyectar la Espiritualidad Eucarístico-Mariana, fieles al carisma de nuestro fundador y al legado histórico de la Congregación de Hermanas Siervas de Jesús Sacramentado.
Educamos para hacer de la práctica educativa un proyecto de Escuela en Pastoral que promueva una verdadera síntesis entre fe, cultura y vida.
Educamos para responder a una educación integral, ofreciendo a la sociedad un modelo educativo fundamentado en los valores cristianos, éticos, estéticos, ecológicos, científicos y culturales.
Educamos para que el alumno respete, ame y valore la vida en todas sus manifestaciones, proteja el ambiente natural y construya relaciones humanas sanas, en el entorno que le rodea, “cuidado de la casa común” 22
Educamos con un sentido de compromiso personal y comunitario que promueva a maestros y alumnos ser agentes de cambio y transformadores del entorno social.
Educamos en un ambiente de alegría, festejo y celebración de lo humano con una visión trascendente del hombre y de la vida.
Educamos para que la escuela esté “a la altura de los tiempos” y ofrezca a los alumnos una formación que los haga capaces de afrontar los retos del tercer milenio en un mundo globalizado.
Educamos para ofrecer a los alumnos el estudio de una segunda lengua que les permita comunicarse en un mundo globalizado.
Educamos para favorecer el estudio contextual donde viven nuestros alumnos, para promover proyectos escolares, que en el plano sociocultural y ecológico trasmitan el carisma congregacional.
Educamos para ofrecer a los maestros un espacio de formación permanente y de trabajo profesional, que fortalezca su vocación de educador cristiano.
Educamos para apoyar a los padres de familia en su responsabilidad como primeros educadores de sus hijos, mediante un programa específico, que permita rescatar los valores formativos de la vida familiar.
Educamos para acompañar a los exalumnos en su proceso de formación humano cristiano en una sociedad que reclama autenticidad evangélica expresada en la búsqueda del bien común.
Educamos para compartir con los laicos la riqueza de nuestro carisma y espiritualidad para fortalecer su compromiso bautismal y proyección apostólica.